Omora (Picaflor Colibrí) un Pequeño Gigante, historia Yagan


En la cosmovisión de nuestros pueblos originarios se observa con toda claridad a la especie humana inserta en la historia de la vida participando armónicamente con los distintos ecosistemas, los elementos y las especies. Es así como en la perspectiva de la conservación, entre varias otras, existe una historia del Pueblo Yagan traída de boca en boca por caravanas de generaciones desde los inicios de los tiempos, que nos muestra a las aves y a los seres humanos imbuidos de una ética medioambiental preocupados por la sustentación de la biodiverseidad, en este caso en una cuenca hidrográfica en el sur del mundo, la que es recogida en la notable obra de Ricardo Rozzi, citada al pie (también contenida en el acápite Biblografía del presente blog), nos relata:
"En tiempos ancestrales, cuando los pájaros todavía eran humanos, ocurrió una gran sequía en la región del Cabo de Hornos y sus habitantes estaban muriendo de sed. El astuto zorro o cilawáia encontró una laguna y, sin contarle a nadie construyó a su alrededor un cerco de ramas de calafate o umussh para que nadie pudiera entrar. Así escondido bebió un montón de agua, preocupado sólo por él.
Al cabo de algún tiempo, los demás descubrieron la existencia de esta laguna y en grupo fueron a pedirle un poco de agua al zorro. Pero cilawáia ni siquiera escucho sus súplicas y los expulsó con rudas palabras. La condición de las personas empeoraba cada vez más y en su desesperación se acordaron de omora. Enviaron, entonces un mensaje a este pequeño visitante ocasional que en otras
penurias similares les había salvado la vida.
El colibrí o pequeño omora siempre estaba preparado para ayudar y muy pronto llegó. Aunque diminuta, esta avecilla-hombre o espíritu- es más valiente y atrevida que cualquier gigante. A su llegada, la gente le contó abatida acerca de sus grandes penurias. Omora, al escuchar lo que sucedía, se indignó y se elevó emprendiendo el vuelo hacia donde se encontraba el zorro. Tan egoísta, cilawáia lo confrontó. Y omora le dijo: "¡Escucha! ¿Realmente ocurre lo que la gente me ha contado? Tú aquí tienes acceso a una laguna, y no quieres compartir su agua con los demás. ¿Sabes que si no le das agua ellos morirán de sed? Replicó el zorro:"¿Por qué debería preocuparme de los demás? Esta laguna contiene muy poca agua, apenas alcanza para mí y algunos de mis parientes más cercanos". Al escuchar esto omora enfureció y sin responder al zorro, regresó al campamento.
Reflexionó y prestamente se elevó tomando su honda y volvió donde estaba el zorro. En el camino omora recolectó varias piedras agudas, y cuando avistó al zorro y estuvo suficientemente cerca de él, le gritó: "¿Compartirás de una vez por todas el agua con los demás? No seas egoístas. Ellos morirán de sed si no les das un poco de agua". Indiferente el zorro respondió: "Pues que mueran. No puedo
dar agua a cada uno de ellos, sino yo y mi familia moriremos de sed". Omora estaba tan enfadado que no pudo controlarse y furioso disparó con su honda, dando muerte al zorro con el primer tiro.
Las personas que estaban mirando, llegaron felices corriendo al lugar, rompieron el cerco acercándose a la laguna y bebieron saciando su sed, toda el agua. Algunas aves que llegaron tarde apenas pudieron humedecer sus gargantas. Entonces, la sabia lechuza sirra o sita (abuela de omora), dijo a las aves que habían llegado tarde: "Recoged barro del fondo de la laguna y volad hacia las cumbres de las montaña, sobre las que deberéis arrojarlo". Volaron las avecillas y sus bolas de barro hicieron nacer vertientes que originaron cursos de agua que brotaron de las montañas, formando pequeños esteros y grandes ríos que fluyeron por las quebradas . Cuando toda la gente vio esto, estaban
extremadamente felices y todos bebieron grandes cantidades de agua fresca y porque era mucho mejor que el agua de la laguna que escondía el zorro. Ahora todos se encontraban a salvo. Hasta hoy todos esos cursos de agua fluyen de las montañas y proveen un agua exquisita. Desde entonces nadie debe morir de sed."
*Guía Multi-étnica de Aves de los Bosques Templados de Sudamérica Austral, RICARDO ROZZI y colaboradores, pág. 99.